Con el corazón absoluto del poema de la vida sanguinariamente desgarrado de su propio cuerpo, comestible durante mil años...
lunes, 11 de marzo de 2013
Y sintiendo cada ráfaga de viento, cada rayo de luz, cada
sentimiento que estaba en lo más hondo de mi alma, las palabras salieron de mi
boca y hablé con voz tan fuerte, que no hubo ruido que las callara.
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