Con el corazón absoluto del poema de la vida sanguinariamente desgarrado de su propio cuerpo, comestible durante mil años...
domingo, 28 de abril de 2013
Caminar sin mirar dónde van los pies, sol muriendo, sombra que se alarga. Los zapatos se desgastan. El camino se empina, las piernas no responden. Me quedo aquí, en el oscuro de la noche.